Una columna dórica de hielo (de 155 x 50 x50 cm y 300 kg), se diluye en una urna de vidrio llena de agua. La disolución total toma 20 horas en el curso de las cuales, la columna va perdiendo progresivamente sus contornos áureos, asumiendo formas orgánicas impredecibles. La disolución tiene un efecto efervescente ya que las partes blancas que vemos en el hielo semejantes a agujas, son partículas de aire que se van liberando en este proceso.

In memoriam proporcionaba al observador la experiencia de atestiguar la pérdida de solidez de un cuerpo que se diluye progresivamente en su propia materia.

La pieza fotográfica está constituida por un políptico formado por cuatro fotografías o cajas de luz, que atestiguan distintos momentos de esta disolución.